Nobuyuki Fukumoto, el mangaka del gambling
Occidente se rindió al manga hace ya varias décadas. El cómic tradicional japonés se ha hecho un hueco en la librería del público europeo, gracias a su precisa combinación de narrativa, expresividad y, por qué no, exotismo.
La producción de mangas en Japón es copiosa. Los “mangakas”, autores reconocidos que han trabajado lo suficiente o destacan sobremanera, lo suficiente para dirigir un equipo o un estudio, se someten a horarios brutales para conseguir generar una cantidad de viñetas casi insalubre.
En el manga tiene cabida cualquier temática. La división más básica que se hace de este arte tiene relacion con la edad del consumidor al que se dirige la historia (Kodomo manga, para niños pequeños; Shonen manga y Shojo manga, para adolescentes, chicos y chicas; y Seinen manga y Josei Manga, para público adulto, también dividido por sexos).
La temática también valdría para establecer divisiones en el manga. No es extraño que un autor elija una actividad concreta, por ejemplo un deporte, y cree una serie sobre ella, desarrollando los personajes alrededor de las situaciones que genera ese pequeño y cerrado ecosistema.
El juego también ha inspirado a algunos autores de manga. En Japón, el juego ha estado prohibido hasta hace muy pocos meses, en 2020. Hasta entonces, a lo que más jugo le sacaba un mangaka era al submundo del juego ilegal, donde la yakuza es ingrediente imprescindible en cualquier historia.
El autor que con más acierto se ha sumergido en este tema es Nobuyuki Fukumoto. En realidad no hay ningún tipo de discusión. Los expertos pueden discutir y establecer sus preferencias por cuál es el mejor manga sobre el juego, pero las dos obras que se disputan el título honorífico son del mismo autor.
“Kaiji” es una serie que se ha extendido durante dos décadas y cuenta las andanzas de un joven que, al verse desempleado, recurre a pequeñas triquiñuelas para ir tirando y financiarse un estilo de vida bastante desordenado. Un día, un prestamista le introduce en un círculo de high stsakes, un engaño para convertir a Kaiji en un esclavo en un campo de trabajo. Allí descubre que tiene unas habilidades únicas para el juego, que utilizará para afrontar todos las aventuras que le esperan.
Este manga ha inspirado seis series de comics, una serie animada para televisión llamada “Kaiji: Ultimate Survivor”, dos películas con actores reales y hasta un reality show para la televisión japonesa.
La otra obra fundamental de Fukumoto es “Akagi: Yami ni Oritatta Tensai” (Akagi, el genio que descendió a la oscuridad).
Es predecesora de la anterior, y trata de un experto de mahjong que ni siquiera sabe las reglas del juego, pero que con su intuición es capaz de derrotar a los yakuzas más importantes de la mafia japonesa. Desaparece de la circulación y se convierte en una leyenda, y también en una obsesión para un jefe mafioso, que desea enfrentarse a él.
También ha sido mercantilizado en diferentes plataformas, pero es especialmente curioso que haya inspirado una serie de televisión con actores reales que se emitió en Japón entre 2015 y 2018.
Una de las obras de Fukumoto alcanzó incluso la distribución internacional, a través de Amazon Prime. Se llama “Gold and Silver”, y trata de un maestro en las relaciones públicas y la solución de problemas de los ricos y poderosos, Gin (plata), que acoge bajo su tutela a un adicto al juego que sabe que para aprovechar su oportunidad a tope debe superar a su mentor, y convertirse en Kin (oro).
Fukumoto gusta de aprovechar las oportunidades que brinda el aspecto competitivo del juego para profundizar en al psicología de sus personajes, y para ello retuerce las normas e inventa reglamentos que le serán muy curiosos a los practicantes más clásicos de los juegos que dibuja en sus mangas.
En la actualidad, Fukumoto se encarga personalmente de un manga que nada tiene que ver con un juego, pero sigue colaborando con otros mangakas en a lmenos dos proyectos relacionados con el mahjong, juego con mucho arraigo en Asia.
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