El lado más desconocido de Mario Balotelli
Mario Balotelli es un personaje singular. Dentro del campo es un camándula, un jugador de fútbol que parece que le importa más bien poco su equipo, su entrenador, sus compañeros e incluso la hinchada que le alienta cada 15 días.
Lo mostró en el Inter de Milán (aquella eliminatoria contra el Barcelona…), lo mostró en el Manchester City y no ha faltado a su cita vistiendo la camiseta rossonera del AC Milan. Es un jugador que yo, por ejemplo, siendo entrenador nunca querría en mi equipo.
Pero a veces trascienden los hechos más humanitarios, más responsables y más caritativos del delantero italiano. Como la historia que salió a la luz hace un par de años, cuando mostró su yo más caritativo.
Balotelli, aún en las filas del Manchester City, acudió a un casino británico a jugar a la ruleta y ganó algo así como 28.000 libras en una noche en la que le salieron los números que había apostado.
Lejos de irse con todo el dinero, se acercó a un mendigo y le dio 1.000 libras para ayudarle a mejorar, aunque sea un poco y durante unos días, su vida. «Mario es muy generoso», comentan los que le conocen, «siempre regala billetes de 20 libras a la gente más desfavorecida».
Pues se ve que el niño malo al final no es tan malo.
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